Una lente que tiene superficies planas y convexas en ambos lados se llama . Un lado es plano y el otro lado es redondo. Una canica lisa, así es como se ve el lado redondeado, como una pelota redonda; y tiene un lado plano como un trozo de vidrio que tienen los paneles de las ventanas. Si miras una lente plano-convexa de cerca, verás que hay una curva de forma fija en la parte central del vidrio y esto lo empuja hacia afuera haciendo que se abulte. Es esta forma peculiar la que permite que la lente funcione.
Una lente planoconvexa transforma la luz con una eficiencia increíble. La luz nos rodea y, cuando se proyecta un haz de luz a través de la lente, se dobla y cambia de dirección. Este cambio de dirección de la luz se llama refracción y es un fenómeno fascinante. La refracción se produce debido a la forma particular de la lente, que hace que la onda de luz se comporte de manera diferente al pasar a través de ella.
La luz está formada por pequeñas partículas llamadas fotones. Piense en estos fotones como pequeñas bolas de luz. A medida que pasan a través de una lente planoconvexa, se ralentizan y se doblan debido a la curvatura de la lente. La mejor parte de una lente es el medio, que es más grueso que los bordes, lo que significa que la luz recorre un camino más largo a través del vidrio en el centro. Esta distancia adicional hace que la luz se doble hacia el centro de la lente.
Una vez que los rayos de luz han alcanzado el centro de la lente plano-convexa, comienzan a desviarse nuevamente. Esto ocurre porque los bordes de la lente son más delgados. Cuando la luz se desvía, sigue en línea recta, pero ahora se mueve en una dirección ligeramente diferente a la que se movía anteriormente. ¡Es esta propiedad de refracción de la luz lo que hace que las lentes plano-convexas sean útiles para nosotros en muchas situaciones diferentes!
Una lente plano-convexa enfoca los rayos de luz provenientes del sujeto (por ejemplo, una modelo o un paisaje hermoso) en el sensor de una cámara. Esto contribuye a la importancia de las imágenes nítidas y limpias que vemos en nuestras fotografías. Por ejemplo, en un telescopio, usamos una lente plano-convexa para ampliar objetos lejanos en el cielo nocturno, como estrellas y planetas. Esto nos permite mirar objetos que están muy lejos y verlos como si estuvieran mucho más cerca.
El molde para alisar la superficie del vidrio y como base para hacer lentes plano-convexas es un proceso muy cuidadoso y orientado al detalle. El único componente que necesita ser fabricado a la perfección es la lente, que tiene que doblar la luz de la manera correcta. Elegir el tipo de vidrio adecuado es el primer paso para hacer una lente plano-convexa. Esto hace que el vidrio esté libre de cualquier tipo de vacío y evita que las impurezas, como las burbujas, lleguen al mecanismo de la lente.
Una vez que se ha terminado el lado curvo, se pule el lado plano del lente hasta que quede liso y transparente. El pulido es importante porque los golpes y los rayones de la superficie pueden distorsionar la luz que pasa a través del lente, lo que hace que las imágenes se vean borrosas. Paso 3: Por último, se aplica una fina capa de revestimiento antirreflejo sobre la superficie. Este revestimiento ayuda a reducir el deslumbramiento y a mejorar la calidad de las imágenes que vemos.